Esta vez os traigo a este mi querido «Rincón Freak» un guiño cinematográfico que me llamó mucho la atención en su día por su genialidad y simpatía.
Sin duda una de las películas que más veces he visto en mi vida es «Arma Letal» dirigida por Richard Donner en 1987 y protagonizada por un joven Mel Gibson y un genial Dany Glover en su papel del sargento Murtaugh.
Yo era sólo un niño y he de admitir que no era una película para mi edad. Con el tiempo, y al volverla a ver he comprendido hechos de la historia que en su día no podía y eso ha hecho que todavía me haya apasionado más.
El film, al que luego le seguirían tres secuelas, narra las vivencias de dos policías que acaban de ser asignados como compañeros, justo el mismo día en el que se conocen. Totalmente incompatibles el uno con el otro deberán afrontar el caso del asesinato de la hija de un amigo de uno de ellos. Poco a poco, van estrechando lazos y se convierten en dos grandes compañeros inseparables, capaces de atrapar a cualquier villano.
La película está llena de acción, persecuciones, violencia y un poco de humor con una secuencia final fenomenal que no encaja para nada con el género, pero que funciona a la perfección redondeando una cinta fantástica.
La banda sonora, compuesta por Eric Clapton es sin duda de las mejores que he oído y es crucial para el guiño que quiero destacar en este post.
Más tarde, en 1994 se estrenaba «Maverick» dirigida por el mismo director e interpretada como protagonista por Mel Gibson. La película es bastante entretenida. Un western de comedia donde Maverick (Gibson) es un excelente jugador de cartas y pistolero. Pues bien, en una secuencia donde el protagonista se encuentra en un banco hablando con el director del mismo, unos bandidos con pañuelo en la cara irrumpen en el lugar para atracarlo. De pronto, a Maverick le parece conocer al cabecilla, y sin que él villano se de cuenta le baja el pañuelo y …. ¡toma guiño! De pronto Maverivk es Martin Riggs y el bandido es el sargento Murtaugh todo ello reforzado con el ‘leitmotiv’ de las notas de Clapton en Arma Letal.
Sencillamente mágico.