Después de visionar el tercer capítulo de Fear The Walking Dead, debo decir que la serie cada vez me gusta más. Como si nos encontrásemos en un barco a la deriva que se va hundiendo y sin tierra a la vista, los guionistas nos van introduciendo poco a poco en un mundo donde el caos se presenta como una posibilidad aunque aún no reina.
Es muy interesante ver como la plaga zombie, en realidad, no es más que una amenaza en la sombra que se propaga sin hacer ruido con la inestimable colaboración de la condición humana. Una vez más son los vivos los que cometen el error de no ver la verdadera amenaza empeñados en dirigir todas sus atenciones en aprovechar el momento para transgredir y delinquir. Este tercer capítulo muestra muy bien de qué forma reaccionaria el ciudadano contemporáneo a una situación tan compleja como la de que los muertos regresen y se coman a los vivos.
En el capítulo anterior, la familia Clark se quedaba en casa cerrando puertas y ventanas esperando el regreso de Travis Manawa que no había tenido otro remedio que ir en busca de su hijo y su ex-mujer. Por primera vez en lo que llevamos de temporada se sucederán escenas de suspense dignas del género, lo que está muy bien, ya que la serie sigue el desarrollo de los acontecimientos respetando al máximo el hipotético orden establecido a la fuerza debido a una realidad tan dificultosa.
Por tanto, ahora nos encontramos en la fase de incredulidad en la que muchas víctimas lo son precisamente por el desconocimiento de la envergadura de la problemática. Es difícil digerir que tu mujer, tu hermano o tu amigo ya no son sinó que monstruos que lo único que quieren es devorarte, por lo que la situaciones de ataques entre miembros de la misma familia o círculo de amistades se suceden en masa. Lo que tampoco se sabe aún es el motivo de la enfermedad ni las vías de contagio razón de más que explica la rápida propagación del virus.
Una vez más, el conflicto pone a prueba a las personas y en un par de escenas no podemos evitar acordarnos de en lo que se ha convertido Rick Grimes en la serie genuina (The Walking Dead) ya que el dilema entre ser buena persona o un villano sin escrúpulos capaz de cualquier cosa nace en los pensamientos de los personajes dejando intuir quién tendrá más posibilidades de sobrevivir de ahora en adelante.
De pronto, algo ocurre en el desenlace del episodio que da un optimista giro de tuerca abriendo un gran abanico de posibilidades. Un final que realmente no me esperaba y que ha aumentado mis ganas de ver lo que nos deparará el resto de esta corta pero intensa primera temporada de Fear The Walking Dead.