Sin duda la cabeza es la parte más importante de un zombie.
Aunque haya muchas teorías sobre “el porque del problema zombie”, casi todas coinciden en un aspecto: lo que hace que los muertos, adquieran funciones motrices una vez han traspasado, son una serie de impulsos eléctricos que se dan en el cerebro, el origen de los cuales aún no se ha descubierto.
Por tanto, los expertos han llegado a la conclusión, que lo que da vida a un no-muerto es el cerebro, y únicamente el cerebro.
Ciertamente, no hacía falta que los expertos lo confirmaran, porque ya desde los primeros enfrentamientos con engendros zombie, los supervivientes cayeron en la cuenta que inutilizar el cráneo de sus caminantes rivales era lo único que frenaba su avance.
Por tanto, y en caso de encontrarse cara a cara con un muerto viviente sediento de tu sangre lo primero que hay que tener claro es que el objetivo debe ser la destrucción de la parte superior de su cabeza. Para ello, lo más seguro es un arma de fuego de corto alcance y de alto calibre, para asegurarse de hacer trizas la sesera de tu atacante.
Si bien es cierto que un tiro certero en la cabeza es muy seguro, a menudo lo es sólo en primera instancia, ya que el estruendo del propio disparo, puede alertar a otros engendros que se encuentren por la inmediaciones y en pocos minutos, uno se puede ver rodeado de decenas de zombies, lo que sería una sentencia de muerte …. o no-muerte, según se mire.
Por ese motivo, la elección de un arma punzante, cortante, de carga o aplastante, cada vez es más habitual entre los supervivientes. Lo más recomendable es llevar siempre un arma de cada tipo encima, y sobretodo, practicar y especializarse no tanto con el arma de fuego como con el que se haya escogido para el cuerpo a cuerpo.
Los hay que prefieren un bate de baseball, un hacha e incluso un pequeño tornavís. Los hay también que van con un híbrido de los dos tipos de arma recomendados, y han escogido una ballesta o armas similares. Sin duda en mi humilde opinión, no hay nada como una buen a espada afilada, ligera y no muy corta. La espada te permite hacer cortes a una distancia prudencial y te permite inutilizar el ataque de un engendro cortando extremidades mientras se acerca, para poder dar el golpe de gracia fácilmente.
Lo más fascinante de la cabeza de un zombie, es que sigue con “vida” aunque se separe del resto del cuerpo. Algunas de las víctimas de mordeduras, lo han sido en un pie, por ejemplo, al confiarse demasiado y pasar cerca de una cabeza que acababa de ser cortada.
Así que, tened cuidado y ya sabéis, delante del ataque de un caminante, tranquilidad y no perdáis la cabeza.