Sin duda, a lo que mas se debe temer de un engendro zombie es a sus dientes. Se trata del arma mas voraz, destructiva y contagiosa de que dispone.
Es en el resurgir de la persona como muerto viviente cuando los dientes son mas peligrosos. Las encías del engendro, aún no han empezado a pudrirse, y sus dientes y su mandíbula conservan un estado casi intacto relativo a su vida anterior.
La presión que puede ejercer en la mordedura un zombie, justo después de haberse convertido es mucho mas efectiva que cuando haya pasado por lo menos un mes desde el cambio. Al disponer de una dentadura en buen estado, los dientes, son capaces de hacer trizas varias capas de ropa de su presa.
Existen casos documentados de mordeduras que, pese a haber sido con una intensa presión, no han penetrado lo suficiente para desgarrar la ropa, y la presa ha podido escapar de una muerte segura. Obviamente, como decíamos, son todos ellos casos en los que el zombie cumplía mas de tres meses de su existencia. Incluso ha habido ocasiones en que los dientes no han podido aguantar su avanzado estado de descomposición, y se han roto separándose de las encías y triturándose como si de almendras se tratasen.
Pero lo mas peligroso, no es la mordedura en si, o las heridas que puede ocasionar. Se calcula que el noventa y cinco por ciento de las personas que se han transformado en zombies, lo han hecho debido a la infección ocasionada por la mordedura de otro engendro. La cantidad de focos infecciosos que residen en la boca de una persona es increíble. Imagine lo que puede residir en la boca de un engendro muerto viviente al que a parte de estar pudriéndosele todo el organismos, con lo que ello implica, lleva con él un virus tremendamente infeccioso y mortal.
Una buena forma de inutilizar a un zombie, es destrozándole la boca con un objeto contundente, de esta forma, nos aseguramos que no nos va a poder hacer una mordedura limpia y podemos acabar con el sujeto a placer. También es recomendable disponer de indumentaria apropiada como una armadura tipo policía antidisturbios o algo que te de más movilidad y que sea también muy duro como por ejemplo un traje de neopreno.